miércoles, 31 de octubre de 2018

Aromas - Martha Ferrari


Elsa deja a un lado el trapo embebido en el líquido que creía infalible y desiste de la tarea; la humedad de la pared ha ganado la partida y es culpable de ese vaho penetrante que le recuerda la bóveda donde sus padres duermen su último sueño.
El viernes, cuando llegue Malena, su asistente en las tareas hogareñas, le dirá que continúe la labor. La chica, al cruzar la puerta, impregnará la casa con su estela personal de agua de colonia hasta que su perfume se mezcle con el de los productos de limpieza. Es el único día de la semana en que la casa huele bien; lástima que se perderá en su obsesivo abrir y cerrar de ventanas. 
El hijo de Elsa es el destinatario del esmero hogareño, sabe que en algún momento puede caer de sorpresa, pero lo cierto es que retacea las visitas. Con su mujer destinan los fines de semana para llevar a sus hijos a gozar del aire libre en el parque o el club. Ella los comprende, estar la mayor parte del día encerrados en una oficina y con los niños en la escuela, no es nada saludable. 
Una vez por semana, Elsa va al supermercado, un consumo moderado, porque la presión y el colesterol no le permiten elaborar comidas apetecibles. Piensa que en su casa nada es digno de destacarse, todo gris, todo opaco ¿quién querría visitarla?
Se le ocurrió que alguna vez, Navidad o Año Nuevo se podían festejar allí. Recordó el pavo relleno en la casa de sus padres, la cena familiar con el mantel blanco bordado que todavía conserva para las grandes ocasiones, ahora amarillento de estar guardado.
Enseguida descarta la idea, para la reunión, la casa tendría que estar en condiciones; demoler medio tabique para descubrir la pérdida de agua, dar una buena mano de pintura a las paredes desteñidas por el tiempo y el uso.  Sonrió al pensar que de su cocina podrían salir aromas de platos sazonados, como los que preparaba su vecina Aurora.
Dudó, temía la negativa de su hijo, aludiendo otro compromiso, ya había sucedido alguna vez y era un dolor que no hubiera podido infligirse. 
Navidad. Por fin, la casa huele a jazmines.
Elsa espía detrás de la cortina. Se emociona al verlos ¡Cómo han crecido los niños desde la última vez que los vio!
El encuentro será cálido como otras veces. Los nietos colgados del cuello de la abuela y los padres sonrientes a la espera de que se calme el efusivo desborde.
Risas infantiles ¡Qué alegría! Todo iba a cambiar a partir de ese momento.
No quiere pasar por indiscreta; se aparta de la ventana cuando su vecina Aurora, entre besos y abrazos, recibe a su familia.

 Martha Ferrari


martes, 30 de octubre de 2018

Objetivo equivocado - Alberto Fernández



El nauta emprendió una excursión sideral.  Empecinado en su búsqueda, pretendía entrar en esa inmensa tumba negra del cosmos. Sobrepasó su pueblo, las costas, los mares y los horizontes. Inspeccionó planetas o piedras que giraran alrededor del Sol o de Venus o Plutón. Tal vez también de astros moribundos. Buscaba parecidos a seres humanos, con dos brazos y dos piernas. Cerebros más desarrollados, para que nos ayuden a inventar inútiles cosas. Pero nada. Todas las naves les dijeron que no. Que el infinito está vacío de razas, de religiones, de ideologías. Negados de memorias. En un penoso accidente, sus artefactos ópticos no descendieron donde debían hacerlo. Más cerca de lo que pensaba. Ahí, en África, en América, en Asia, en todo el planeta Tierra. ¿No era que buscaba desventurados en este universo? Miles de ojos fijos lo miraron: menesterosos, indigentes. Mujeres y hombres, esclavos y marginados con facciones de socorro. Todos preguntaron por qué eran los olvidados del firmamento. Desclasados del amor.

Alberto Fernández



sábado, 20 de octubre de 2018

Quiénes somos

   Tallado de papel es un taller literario de amigos escritores que coincidimos en este breve espacio virtual.  Aunque el mismo solo tiene cuatro años de creado, la mayoría de nosotros nos encontramos hace unos diez años a través de otros talleres en la red. Buscando nuevos retos, decidimos compartir nuestros trabajos y, por eso, hoy abrimos este blog.

   Todos nos conocemos, a través de la literatura, de nuestros mensajes y en algunos casos, en persona. En este momento, tenemos miembros residentes de Argentina, Colombia, España, Cuba, México, Puerto Rico y Venezuela.

     No pretendemos ser un grupo gigantesco pues nos perderíamos en la multitud. Mantenemos un taller cerrado de quince integrantes, aceptando nuevos miembros cuando, por alguna razón, surge una vacante. Nuestro interés primordial es aprender más cada día sobre el arte de narrar para así desarrollar un estilo propio. Nuestro propósito es ayudarnos unos a otros a alcanzar esta meta. Creemos que solo se puede crecer como escritor leyendo, escribiendo y reescribiendo.

      Todos los meses presentamos unas consignas y se le pide al grupo que escriba sobre alguna de ellas. Es interesante ver las distintas respuestas que enciende una misma chispa. Luego cada "tallador" comenta el trabajo del grupo y así corregimos nuestros trabajos con la ayuda de los compañeros.  Es de estas consignas mensuales de las que surgen muchos de los trabajos que publicaremos en este blog.

    Esperamos que nuestros cuentos sean de su interés y los disfruten tanto como nosotros lo hicimos al escribirlos.