lunes, 26 de octubre de 2020

El fuego - Alberto Fernández


Conocí esa tierra desbastada por el fuego. Mano maldita que quiso borrar lo que fue hogar de pájaros y anular la vida de quienes quisieran vivir bajo su cobijo. Único objetivo fue dejar un recuerdo de muerte. Pensé en la Biblioteca de Alejandría donde, con una sola cerilla, anuló la historia, las ideas y el transitar de los hechos reales o míticos. Ese palillo de fuego inicial, manejado por una mano siniestra, que habita en el mundo de la maldad, también pudo ser accionado por el otro, consciente de su otredad, para iluminar ideas o dudas. ¿Y si esas dudas volvieran en forma de respuestas válidas elucidando la inmensa oscuridad humana?  Pero mi sentimiento positivo maldice la frontera minúscula que media entre la orden y el hecho de cumplirla. Vuelvo a mi visión primigenia al abordar el tema de un mísero fósforo y me concentro en la imagen de lo inhóspito, donde nada crece. En lo que fue amparo de pequeñas y exuberantes vidas, de todos los reinos, sólo quedó una tierra arrasada por el fuego.

Alberto Fernández

Image by skeeze from Pixabay 

1 comentario:

  1. Cuando el hombre descubrió el fuego, mejoró su vida, pudo calentarse y cocer su comida.
    Como pensar que siglos después, ese mismo fuego, provocaría dolor y muerte.
    Pilar.

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