domingo, 18 de noviembre de 2018

Cita en la estación - Martha Ferrari


La cita era justo debajo del tablero indicador. Los trenes se sucedían y su chica no aparecía.  Hizo responsable a la lluvia por la demora, después, supuso que a último momento ella había decidido no ir. Quiso desechar la idea, de ser así, lo hubiera llamado dando una excusa.


En el último encuentro la notó un poco distraída y misteriosa, pero recién ahora lo recordaba ¿Podía ser tan torpe? Fue en ese preciso momento cuando debió indagar y sacarle de mentira a verdad todo lo que seguramente le ocultaba. El suyo era un triste papel, se comportaba como un mendigo de amor. Esa mañana, después de aprobar su última materia tuvo el impulso de contarle proyectos que la involucraban.

Estos deseos, hicieron que la llamara en un día inusual y en un horario en el que los dos debían postergar otras actividades. Esa demanda, fue, tal vez, una exigencia inoportuna y ella no se atrevió a disuadirlo; para colmo, vivía lejos. Sintió culpa por obligarla a venir cuando él debió ir su encuentro.

Las mejillas le ardían debajo de la crecida barba del día. Se sintió un necio, un triste exponente de la frustración amorosa.

Tuvo la certeza de que no acudiría y otra vez intentó sin suerte comunicarse con ella. Hacía mucho calor y a pesar de desear con ansias una cerveza, no se movió de su lugar por temor a desencontrarse. Oleadas de gente pasaban a su lado, rechazó la idea de que no vendría, igual no pudo evitar compadecerse, tenía tantos planes para esa noche; era el final, aunque le doliera admitirlo.

Por primera vez le prestó atención al monótono mensaje del parlante: con cincuenta y cinco minutos de demora, ingresa por el andén ocho, el tren proveniente de La Plata.

Ella, que nerviosa había avanzado corriendo, se abrazó a su cuello.

Él, la besó en silencio y se sintió un idiota.

Martha Ferrari



2 comentarios:

  1. Algo que nunca cambiará, a través de los años, la impaciencia de los enamorados. Lindo cuento!!

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  2. Hermoso cuento. Todo està dicho en el deseado encuentro Alberto Fernandez

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